Beto Cuevas y el eco de un MTV Unplugged que nunca se apaga
- Samuel Delgado
- Oct 27
- 2 min read

Hay conciertos que se viven y otros que se habitan, que te hacen sentir que estás cruzando una grieta del tiempo. El pasado viernes 24 de octubre, el Centro Cultural Paso del Norte se convirtió en una cápsula acústica que viajó directo a los años dorados del rock en español: Beto Cuevas, el eterno frontman de La Ley, regresó a Ciudad Juárez con un show que rindió tributo a aquel mítico MTV Unplugged que marcó a toda una generación.

La sala principal, a reventar. Ni un asiento vacío. Gente de todas las edades, de los que lloraron con El duelo en los noventa hasta los que descubrieron Mentira por accidente en un playlist de nostalgia. Todos ahí, con el corazón en la garganta, esperando que el chileno apretara los primeros acordes. Y cuando lo hizo, cuando sonó Día Cero, el recinto explotó.

Cuevas, impecable, carismático, con esa voz que sigue sonando como si el tiempo no se atreviera a tocarla. Su setlist fue un repaso íntimo y poderoso de su historia: Vuelvo, Paraíso, Intenta amar, Animal, Aquí, Cielo Market, Fuera de mí… todas ejecutadas con esa elegancia acústica que convirtió al concierto en una ceremonia más que en un espectáculo.
Hubo momentos que rozaron lo sagrado: el cover de Vuelta por el Universo de Cerati fue una ofrenda a la sensibilidad latinoamericana. Pero cuando llegó El Duelo, el público simplemente se rindió. Esa canción, que ha sobrevivido a las modas y a los algoritmos, sonó más viva que nunca, como si aún doliera.

Beto no solo cantó, también conversó, bromeó, recordó. Se notaba que estaba disfrutando el momento, que esa noche —sold out, la más grande que ha tenido en Juárez— no era una más en la gira, sino una cita especial. Entre aplausos, coros y celulares que brillaban como luciérnagas, el chileno cerró con Más allá, dejando la sensación de que el show no terminó, solo se suspendió en el aire.

Salimos del recinto con el alma tibia y el eco de Tejedores de ilusión resonando en la cabeza. Afuera, la frontera seguía igual de fría y eléctrica que siempre, pero por un par de horas, Beto Cuevas nos recordó lo que se siente cuando la música te devuelve a casa.
Una noche acústica, sí. Pero sobre todo, una noche que sonó como un recuerdo encendido.

Gracias a nuestros amigos de Latin Music Entertainment
📷: @dianavs____
📝: @samxdelgado








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