La noche del pasado sábado 9 de noviembre, el Anexo Centenario de Ciudad Juárez fue el escenario de una velada inolvidable para los amantes del punk y el emo, cuando Insite, la legendaria banda de Mexicali, pisó el escenario en medio de una atmósfera cargada de nostalgia y euforia.
Este regreso fue muy esperado por sus fans juarenses, quienes no veían al grupo desde su participación en el JRZ Music Fest 2017. Ahora, con su gira de promoción de Nada de Ti, Nada de Nadie, Insite confirmó por qué continúa siendo de los favoritos de toda una generación.
La apertura del concierto estuvo a cargo de Windvent, banda de Chihuahua capital, que encendió al público desde el primer acorde. Con poderosos breaks y vocales, lograron que la audiencia se sumara a su energía.
La esperada presentación de Kable, agrupación local agregada al evento por petición popular, aumentó el calor de la noche. Con temas como Sublime, Enfasis y Los Años Maravillosos, el público se volcó a cantar junto a ellos, dejando el ambiente perfecto para el momento esperado: el regreso de Insite a esta frontera.
Con el ánimo en su punto más alto, la audiencia quedó en silencio cuando las canciones de Bad Religion y Rancid, que ambientaban el lugar, cambiaron por el característico sonido de Belleza de Cantina de los Cardenales de Nuevo León, uniendo a todos en un solo coro.
Insite subió al escenario y, sin previo aviso, desató la locura con Cielos Que Lloran. La conexión con el público fue inmediata y Antonio Altamirano no tardó en expresar su emoción ante el entusiasmo de los juarenses, mencionando que le comentaron que en esta ciudad La Casa de Todos siempre retumba, con lo cual los presentes comenzaron a brincar para confirmarlo.
El set incluyó temas de su más reciente álbum, como Te Tuve Que Olvidar, Protagonista, Hoy Creo en Mí, Soy El Que Nunca Esperó y, por supuesto, Nada de Ti, Nada de Nadie, donde la banda pidió a los fans que abrieran un "Wall of Death". Sin pensarlo dos veces, los más atrevidos formaron un círculo para un enfrentamiento de empujones, recordando la regla de oro de cuidar de los caídos.
Canciones como Me Amarás al Amanecer y Siempre Me Dejas resonaron en el Anexo Centenario, desatando coros y aplausos, en una catarsis colectiva que recordó a muchos su juventud y los himnos que acompañaron esos años.
La sorpresa de la noche llegó cuando Johanan Lam cedió la batería a Luis Cortes Cervantes, de Tolidos y Real Antonios, para interpretar Sola, ante los aplausos y emoción de los presentes.
La noche cerró con Rojoazul, encendiendo al público una última vez antes de despedirse, dejando a los asistentes con sonrisas, voces roncas y el recuerdo de una noche que sin duda se quedará en la memoria colectiva de los fans.
Otro gran evento en el Anexo Centenario, que llevó a los chavorrucos a un viaje por el tiempo en compañía de una de las bandas que definió una generación.
Agradecemos a Show´N´Go Live Events y Anexo Centenario.
📝 📷: @samxdelgado
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