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Vivimos una noche subliminal con DLD en el Anitas



Con un pequeño homenaje al Divo de Juárez y de la mano de sus grandes éxitos, DLD ofreció una apasionante velada como parte de su tour “Ocho”, en la que fanáticos y oyentes casuales disfrutaron por igual.


El ánimo de los asistentes era palpable, desde mucho antes que cayera el sol, decenas o tal vez centenas se dieron cita en el Centro de Convenciones Anita para formar dos enormes filas que rodeaban el estacionamiento y separaban el ingreso a las distintas secciones delimitadas en el recinto.


Ocho de la tarde en punto y las puertas de cristal abrían el paso a los entusiastas fronterizos que de apoco buscaban el mejor lugar disponible o con que humedecer las cuerdas vocales antes de exigirlas al máximo.


TELONEROS


Sin duda, el que bandas nacionales e internacionales visiten estos horizontes representa un magnífico escaparate para el talento que emerge en la escena local, con el que su propuesta pueda llegar a nuevo público.


Oportunidad que Hey Buffalo! y Rugido de Felinos aprovecharon, cada quien con su propuesta y estilo.


Hey Buffalo!



Enfundados en trajes de distinto color, con hombreras anchas, muy a la onda funk ochentera, los comandados por Hugo "Buffalo" Gallegos, saltaron al escenario para impregnar con buena vibra y despabilar al público después de la espera.


La “Luna” ya había salido y la fiesta oficialmente arrancaba con el grato sabor de boca de los fronterizos, quienes dejaron el horario de oficina y las batas de consultorio de largo, para tomar sus instrumentos y darlo todo sobre entarimado.


Rugidos de Felinos



Siguió el turno en el estrado para los Rugido de Felinos, quienes se mostraron firmes ante un público que de principio parecía indiferente, sin embargo, dieron “Lo mejor” y de apoco convencieron a los más renuentes con su mezcla intergaláctica de rock alternativo impregnada de tintes poperos.


La manada capitaneada por Iván González “Kasho” demostró porqué fueron postulados en el 2019 para los Latin Grammy´s. ¡Cambio y fuera!

 

DLD



Un par de minutos después de las 23:00 horas, las luces del lugar se apagaron, mientras las siluetas de los originarios de Ciudad Satélite que rondaban el escenario, tomaron sus instrumentos para después ser iluminados por la pantalla a sus espaldas y comenzar sin interludio de por medio a tocar “Te alcanzaré”.


DLD regresó a Ciudad Juárez para complacer a sus fieles seguidores con “Química y física” y retomar sus orígenes más irreverentes en “Dixie”, cuyas primeras notas fueron reconocidas por los más nostálgicos de las noches subliminales.



Con esta trifecta de canciones tomadas del pasado y presente de la banda, comenzó el recorrido por la discografía de los mexiquenses, quienes dieron rienda suelta a su estilo de rock pop sencillo y conciso al que se han mantenido fieles durante más de 25 años.


“Vicio caro es el amor”, “Ventura” y “Mecánica” mantenían cautivados a los espectadores, quienes agitaban en todo lo alto el vaso de cerveza o buscaban la mejor toma posible entre una colmena de pantallas serpenteantes.



El octavo aniversario luctuoso del Divo de Juárez no pasó desapercibido por los DLD, quienes se aventaron uno de los mejores covers de rock a “Te sigo amando”, una imperdible de nuestro amado Juan Gabriel, pieza sublimemente interpretada por la poderosa voz de Francisco Familiar, frontman de la banda.


 Tampoco fue olvidado el cumpleaños del mismo Francisco, quien días atrás de su presentación en tierras fronterizas llegó al piso 46 de vida, por lo que el resto del grupo y su staff le regaló sobre el escenario su merecido pastel al cumpleañero.



“Arsénico” abriría el camino para el trayecto acústico de la noche, que continúo con “Hasta siempre” y “Reencuentro”, marcando un momento íntimo y cercano entre asistentes y músicos.


La flauta con efecto de delay en el “Mapa de tus ojos” hipnotizaba a la muchedumbre, que era encaminada a placer por la banda a terrenos donde las parejas se juraban amor eterno y las almas solitarias se relamían las viejas heridas.


“Las cruzadas” desdibujó para bien la atmosfera melosa formada previamente e hizo encauzar la noche a rumbos más estridentes y enérgicos coronados en “Pagarás” que hacía retumbar el bombo de la batería marcada con la leyenda “Dildo”.



“Viernes” y “El accidente” cerraban aparentemente el camino sinuoso y lleno de adrenalina que fue la presentación de los DLD, quienes bajaron del escenario por unos momentos ante el reclamo de “otra, otra, otra”, clamor típico pero crucial para determinar el éxito de cualquier banda sobre la tarima.


De apoco, el coro ¡Oe, oe, oe, Dildo, Dildo! ¡Oe, oe, oe, Dildo, Dildo!  Emergía desde el público, para hacerse cada vez más fuerte y escucharse más allá del Río Bravo.


Ante la creciente exigencia, Familiar y compañía retomaron sus lugares para interpretar su imperdible “Por siempre” y su infaltable versión de “Mi vida”, que provocaron la locura total entre la gente, algunos saltaron emoción, otros agitaron lo más fuerte posible los brazos o aplaudieron con todo su ser al ritmo de la tonada.


“Todo cuenta” y “Estaré”, cerrarían con broche de oro la gala, disfrutada al máximo por casuales y acérrimos seguidores, millenials y centenials, padres e hijos, grupos de amigos y parejas que buscaban perderse en la oscuridad.



Dildo o DLD como quieran que se les llame, dejaron en claro porque son una de las bandas más importantes de la escena nacional durante las últimas dos décadas.

 

Gracias a Seorial y Stellar Agency, aquello fue una noche subliminal…


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