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Día 1 Tecate Pal Norte 2025 | Boy bands coreanas y punk rock

Updated: Apr 16




El Tecate Pal Norte 2025 es más que un suceso que se tiene que vivir para medianamente comprenderlo, es un ente vivo, un gigante que descansa aparentemente durante 12 meses y que durante un fin de semana respira y exhala bocanadas de euforia y luces multicolores.


Este titán colosal que reposa en El Parque Fundidora, pulmón y corazón de un valle custodiado por el Cerro de la Silla, fue testigo de un mar de gente, cuyas corrientes musicales se mezclaron en un remolino incansable conformado por miles de almas que iban y venían de un lado a otro.


Tres días con 160 actos distintos presentándose en 9 escenarios tan variados y vistosos, únicos en su concepción, pero que cumplían el mismo fin, satisfacer las ansias de música de las 100 mil personas por día que se dieron cita en El Parque Fundidora.


Aunque, un tanto difícil, porque, es imposible estar en todas partes todo el tiempo, trataremos de relatar como fue el festival siempre ascendente de Latinoamérica, que nació con alma roquera, pero que transgredió fronteras de ritmos y generaciones.


VIERNES 4 DE ABRIL | No hay nadie más fiel que una fan del K-Pop



Monterrey nos recibió con un cielo totalmente despejado, sin ninguna pista de nubes en el horizonte, aunque, la humedad típica de la región podía sentirse en la piel en forma de gotas microscópicas que se amontaban en los poros y que para los que venimos de regiones secas nos cocinaban al vapor y sin sal.


Apenas pasaba el mediodía, los representantes de la prensa comenzaban a hacer fila para acreditarse, al igual que proveedores y voluntarios, quienes también buscaban su acceso a festival, como hormiguitas, una a una, cientos de personas comenzaban a tomar su lugar en el evento.


En los alrededores del Parque Fundidora y desde la Arena Monterrey se podía ver a vendedores ambulantes y revendedores que buscaban algún incauto para embaucarlo con un boleto falso o con un sobreprecio insultante, incluso ambos, siempre hay inocentes que por desesperación o ingenuidad caen en las redes de estas lacras.


Varios compañeros reporteros y fotoperiodistas, nos apuntalábamos al área de prensa, fuimos testigo de cómo un ejército de trabajadores y voluntarios caminaba a prisa de un lado a otro para apuntalar los últimos ajustes a los escenarios y stands de activación.


Casi las catorce horas y el termómetro marcaba 38 grados centígrados en los primeras días de primavera, el pavimento caliente poco a poco calentaba las suela de nuestros tenis, la cuenta regresiva había comenzado, se podía sentir una calma, que más que tensa, era de ansia por la apertura de los accesos, para que el titán nutriera sus venas con caudales de personas de todas las edades, razas, nacionalidades, gustos musicales, presupuestos, preferencias sexuales y sobre todo de k-popers, valientes guerreras convertidas en legión, vestidas de blanco con detalles en tonos pastel, a primera vista apacibles, pero bravas si se les pide moverse del lugar donde su agrupación favorita se va a presentar.


Las puertas del festival por fin abrieron y las primeras “Carat” hacían carrera para afianzarse lo más cerca posible frente al escenario Tecate Light, una bestia hecha de fierros y pantallas, el más grande en su tipo en el mundo.


Nuestro itinerario era variado y ambicioso, era imposible verlo todo, ya no nos hacemos ilusiones, lo más importante, es ver lo más posible, lo que las distancias y el calor sofocante nos permitiera, había que aprovechar las veredas, huir de las aglomeraciones a toda costa, aunque, varias veces nos vimos arrastrados por centenares de cuerpos.  


The Midnight



La banda encargada de estrenar el Tecate Light fueron The Midnight que aglomeró a uno que otro fan, varios curiosos y un grupo nutrido de “Carats”, que, pese a no ser su hit, se mostraron bastante receptivas.



La dupla, ahora convertida en full band, nos puso a bailar con su propuesta ochentera, cargada de sintetizadores y un saxofón sensual con el público contoneo la cabeza y tomó su primera cerveza o “cheve” de la tarde.


El Zar



Cruzamos entre un pequeño pueblo conformado por stands de activaciones donde las marcas intentaban reclutar curiosos para integrarlos a sus dinámicas a cambio de un souvenir o de producto gratis, una vez que salinos con éxito de “Villa marketing” nos acercamos a las inmediaciones del escenario Acústico, donde "El Zar” hacía acto de presencia.  



En el lugar, ante algunos pocos seguidores y curiosos, los argentinos hicieron frente al sol, para complacer a los presentes con temas como “Parte de mí”, “Apasionados” y la colaboración que hicieron con Siddhartha “Fuimos diamantes”, nos retiramos rápido, pero satisfechos.


Little Jesus



De vuelta en el escenario principal, tomamos un lugar en la sombra para ver a los capitalinos Little Jesus, que venían de una presentación exitosa en el Vive Latino unos días atrás, existía la duda en mí, si para esta ocasión tendríamos algo parecido en tierras regias, el resultado, un acto medio desangelado, un poco tibio y entrecortado por un desmayo en el público.



Los autores de “Tierra llamando a Sant” se lucieron con las colaboraciones de Girl Ultra en “Fuera de lugar” y de Jimena González en “Cabras” sin embargo, se extraña no de esta vez, sino de mucho atrás a aquellos músicos más expresivos sobre el escenario, siguen siendo excelentes, suenan durísimo, pero, faltó un poco de chispa (cuestión de gustos).

Pese a todo esto, la gente sigue desmadrándose con “TQM”.


PORTER


Fotografías Fredy González @vagon_369
Fotografías Fredy González @vagon_369

Proseguimos con la intención de ver a viejos conocidos en esta frontera, ahora, tocó el turno a Porter, quienes también se cocieron con los rayos solares sobre el escenario Tecate Original, que les pegaban duro y directo sobre el rostro, mientras sus seguidores se cocinaban las espaldas.



Un par de fallas técnicas no impidieron que “Cuxillo”, “Rincón yucateco” fueran cantadas a todo pulmón por un nutrido grupo de seguidores que aguantaron hasta el final la radiación ultravioleta que por poco les cocina el coco.


Adanowsky



Atravesamos El Fundidora, cruzamos el lago custodiado por un león con cuerpo de serpiente marina para llegar de nueva cuenta al escenario Acústico, Adán Jodorowsky ya había comenzado a tocar su set enfundado en su faceta de Adanowsky.


La tónica de calor húmedo y sol para volver loco a cualquier seguía, el sol se negaba a esconderse y por ende a dejar de achicharrar la piel de algún ingrato que en su ignorancia o negligencia se negó a usar bloqueador solar (ósea yo).



Adanowsky con full band tocó sus rolas más características “Amor sin fin” o “Dancing to the radio” mientras los presentes le gritaban ¡qué se encuere, ¡qué se encuere!, a lo que el complacido por tal petición, solo se limitó a decir que no quería que lo vetaran de otro festival por andar mostrando sus miserias.


Nathy Peluso



Con las primeras molestias en los pies, caminamos a prisa entre la muchedumbre para hacernos un lugar frente al Tecate Light para observar detenidamente a la argentina Nathy Peluso, con su set plagado de sonidos urbanos y latinos.


“Mafiosa” y “Todo roto” hacían gala de la diversidad de ritmos y de la gran energía con la que cuenta la rapera, si es que aún se le puede catalogar así, la euforia del público se hizo presente cuando sonó la “Bzrp Music Sessions, Vol. 36” pieza que la catapultó a un publicó nuevo, pero de la que supo escapar para no encasillarse en un hit viral.



La tarde se hacía vieja, una pequeña brisa se asomaba en los rincones del parque y daba un respiro a la temperatura sofocante, la sombras para guarecerse comenzaban a crecer y el astro rey por fin se cansaba de tostar cristianos.


Edén Muñoz



Bien entrados en el escenario principal, miramos el reloj y nos percatamos que Edén Muñoz, se presentaría en el Tecate Original, entre regañadientes porque nos hubiera gustado que su presentación se diera más noche, nos dispusimos a perdernos entre el gentío de nueva cuenta para buscar un buen lugar y ver lo más cerca posible al sinaloense.


El truco es, para quienes no han ido o no se han percatado, atacar los costados de los escenarios más grandes, siempre el sector derecho del Tecate Original se convierte en un camino poco transitado, justo para colocarse a un lado o si se desea irse colando paso a paso hasta el centro, cuestión de gustos y de tolerancia a los empujones.



Ya entrados en la presentación del ex Calibre 50, este se presentó con toda la banda posible, recordó que hace un par de años fue artista sorpresa y agradeció que en esta edición del Tecate Pal Norte pudo presentarse con un show más extenso, que, sin duda, nos dejó bien prendidos (y con el hocico caliente).


“Chale”, “CCC”, “Como en los viejos tiempos” y “La nena” fueron bailados y cantados por todo mundo, incluso alguno que otro vendedor de cerveza se animaba a dejar un poquito los deberes para sacar los prohibidos.


Artemas



Antes de que nos pusiéramos ebrios, porque el deber periodístico es primero y es disfrute después, nos lanzamos por primera vez al Fusión Telcel, donde Artemas había comenzado su acto lleno de pop denso y pesado, pero a la vez hipnótico.



Obvio quería escuchar “I like the way you kiss me”, al ser la única canción que conocía del británico, sin embargo, dejó la inquietud en mi de seguir su música, pese a que claramente ya no pertenezco a su público, pero, meh, chingue su madre, uno puede chavorruquear lo que quiera.


Los Caligaris



De regreso por dónde venimos, nos plantamos lo más cercano que pudimos en el Tecate Original, para ver a los Caligaris y contagiarnos de su buena vibra, la cual se irradiaba hacía el público que ya entrado en calor y un par de cervezas esperaba impaciente al arribo de los argentinos.


La agrupación cordobesa arrancó con todo al tocar “Todos locos” cuyas primeras notas hicieron perder los papeles a los presentes, que levantaron una nube de polvo por tan dura zapateada.



Le siguieron himnos contemporáneos como “Quereme así”, “Saber perder” o “Razón” que cimbraron el terreno ante la euforia y algarabía que se vivió en ese momento.



Quizá la primera sorpresa de la noche fue cuando Alex Syntek salió a escena para acompañar a Los Caligaris y cantar juntos “Kilómetros” en una presentación por demás particular, pero que para nada dejó un mal sabor de boca.


Antes de que comenzara “Que corran” salimos a prisa a nuestra siguiente parada.


SEVENTEEN



Habían pasado casi seis horas de que Tecate Pal Norte abrió sus puertas y cientos de “Carat” seguían afianzadas firmemente en la parte frontal del escenario principal, aguerridas, no se movieron ni un centímetro durante los actos previos a la salida de la boy band coreana.



En cuanto sonó “Love, money, fame” un estruendo ensordecedor recorrió todos los rincones del Fundidora, desde el Oasis Bacardí hasta el Fusión Telcel, el clamor de las fanáticas del K-pop se hizo sentir.


“Ustedes están locos y son increíbles” gritaba uno de los miembros de la banda, para recibir un estruendoso grito como agradecimiento de sus cientos de fanáticas, quienes no dudaban en desgarrar sus gargantas para demostrar su amor a los asiáticos.



Nos fuimos rápido del escenario principal, ciertamente el K-pop no ha logrado romper nuestra barrera generacional, aunque, nunca dejará de sorprendernos su capacidad de convocatoria y lo fieles que son sus seguidoras.


The Marías



La noche por fin había cubierto el terreno, las luces neón de la rueda fortuna y “Villa marketing” pintaban el lugar de varios colores, los escenarios lucían más imponentes con el resplandor de sus luminarias.


Tocaba el turno a The Marías en el Fusión Telcel, que iniciaron con “Hamptons” una presentación introspectiva llena de melodías suaves y atrapantes, la cual tuvo sus sorpresas como la colaboración con Girl Ultra en “Lejos de Ti” y un cover chido de “Otro atardecer” de Bad Bunny.



Los californianos dejaron satisfechos a sus seguidores interpretando “Only in my dreams”, “Hush” o “Heavy, para serrar literalmente con “Cariño”.


Una vez satisfecha la curiosidad de ver esta banda mitad puertorriqueña mitad norteamericana, comenzamos a sentir los estragos de varios miles de pasos que dimos durante la jornada, sin embargo, aún faltaba lo mejor, los actos principales aguardaban, aunque las fuerzas daban indicios de flaqueza.


Ca7riel y Paco Amoroso



Teníamos gran expectativa por ver a Ca7riel y Paco Amoroso, no les mentiré, su servidor fue uno de los cientos de nuevos fans que surgieron una vez que su presentación en el Tiny Desk de la NPR se viralizó.


Había mucha expectativa por ver a esta dupla, más cuando en días anteriores, su presentación en Loopallooza terminó de sorprender a propios y extraños, como yo, cientos o tal vez miles de almas pensaron lo mismo y se decidieron lanzar al Oasis Bacardí, el cual, quedó corto ante tal demanda.



Desde un rincón bastante lejano del escenario pudimos ver a los argentinos, quienes adaptaron a su presentación el set que los lanzó a la viralidad de las redes y ahora sería impensable que no tocaran.“Dumbai”, “Baby gangsta”, “La que puede, puede” eran muestra de las ambiciones del público por presenciar y ver esas canciones, a pesar de que su la presentación se atrasó 20 minutos, algo raro en la organización del festival, hay que decirlo.


“OUKE”, “Cono hielo” y “#Tetas” fueron otras piezas bailadas, aunque un poco desconocidas por la muchedumbre que se quedó contenta con el performance que mezcló banda en vivo y piezas totalmente electrónicas.



Salimos corriendo del lugar, entre el mal ángulo que nos tocó y la premura de ver a otros artistas, no nos dejó disfrutar de todo el show, el cual, algún día espero poder ver completo en vivo.


The Chainsmokers



Estaba seguro que para esa hora de la noche ya no tenía mi pie derecho, sino una ampolla con dedos, aún faltaba lo mejor del menú del día y mi cuerpo decrepito y treintón comenzaba a dar señales de que no es lo mismo Dartañan y los tres mosqueteros, que 30 años después (ya sé, es frase de señor, discúlpeme usted amable lector o lectora, pero, los años no pasan en balde y las frases acuñadas por los mayores ahora son dichos diarios de este aspirante a redactor).


La dupla de dj´s The Chainsmokers comenzaba amenizar a la multitud que para ese momento rondaba en los miles de personas, que rebotaban de un punto a otro, buscando los escasos vasos conmemorativos o los más insuficientes aún, puntos para abastecerse de agua potable, los cuales fueron menos que en ediciones pasadas y que obligaban ante la desesperación a comprar un agua en 50 pesos.



Los neoyorkinos supieron prender la fiesta con una mezcla de temas pop y electrónica pegajosa, sonó una versión dance de “Messy” de Lola Young y “Beautiful Things” de Benson Boone, que hizo sacar los prohibidos a medio festival.


Desde lejos se podía sentir las vibraciones del bajo acompañadas de melodías empalagosas que los dj´s mezclaban desde sus tornamesas, para de vez en cuando, arengar la raza presente en el lugar.


Antes de que se me antojara ir por una tacha, nos lanzamos a buscar sonidos un poco más alternativos, alejados bastante del “punchis, punchis” de gimnasio de plaza comercial.


St. Vincent



De nueva cuenta el Fusión Telcel, hacía gala de su nombre, era el recinto ideal para experimentación sonora, donde propuestas que tal vez no son tan comerciales, pueden presentarse, tal es el caso de Anne Erin "Annie" Clark, conocida por su nombre artístico St. Vincent.



En el lugar pudimos ser testigo de piezas como “Los Angeles” y “Digital Witness” donde la originaria de Oklahoma, Estados Unidos, acompañada de su banda, conquistó tierras regias, a pesar de una que otra falla técnica que no pudo manchar una presentación catalogada como de las mejores de la noche.



Massive Attack



Con paso lento poco seguro, nos fuimos caminando por uno de los extremos del parque, un pequeño callejón poco transitado para colarnos de nuevo por un costado del Tecate Original y atestiguar la presentación de Massive Attack, padres del trip-hop.


Los ingleses sorprendieron con una introducción cargada de noticas de farándula y acontecimientos mundiales, era difícil seguir el hilo de las imágenes y ciertamente causaron desconcierto y asombro en el público que buscaba un lugar para acomodarse.



Los ingleses rompieron con el ambiente festivo del evento, fueron contra marea y presentaron un show cargado de introspección y reflexión acompañado de temas como “In My Mind”, “Black Milk” o “Future proof”.


Los visuales que advertían sobre los problemas geopolíticos modernos se intercalaban con las siluetas en blanco y negro de los músicos, creando una atmosfera aún más oscura, para poder apreciar el acto había que asumir el compromiso de que no era parte del festival, sino que show se daba en una especie de dimensión alterna a la que había que entrar completamente convencido.


Casi con grúa nos levantamos del pasto, tomamos nuestras cosas y lo quedaba de nuestras caderas para apuntalarnos a ir ver a Green Day, con suerte, sobreviviríamos a los últimos instantes del primer día del Tecate Pal Norte 2025.


Green Day



Por fin nos quedamos quietos en un solo punto, había tocado el turno al acto principal, cerca de 100 mil personas continuaban con su deambular por todos los rincones posibles del lugar.



La media noche casi se hacía presente, cuando un conejo rosa saltó al escenario Tecate Light bajo el ritmo de un popurrí extraño que mezclaba “La marcha imperial", "Blitzkrieg Bop", "We Will Rock You" y "I Love Rock 'n' Roll”, mientras en los visuales del escenario comenzaba a dibujarse el nombre de Green Day.



“The american dream is killing me” daría apertura a un concierto de casi dos horas, en el que los californianos, leyendas del punk-rock ofrecerían a la enorme multitud, un paseo por lo mejor de su repertorio, en un show que, si bien los más fanáticos se saben al pie de la letra, no deja de sorprender por su poderosa sonoridad y bestial energía.



“Welcome to paradise”, “Long view” y “Basket case” terminaron de encender los corazones y gargantas de los seguidores que se apostaron frente al enorme escenario, el cual apenas y se daba abasto ante tal cantidad de personas que se apretujaban para ganar una milésima de espacio y ver un poco más de cerca el espectáculo, todo esto pese a ser el más grande del mundo en su tipo.  


Billie Joe Armstrong, Tré Cool y Mike Dirnt dieron catedra de cómo dar un show multitudinario, su energía se irradiaba más allá de la Arena Monterrey y el eco de los gritos provenientes de la enorme aglomeración se podía escuchar hasta el municipio de Guadalupe.


“When I come arround” dejaría a todo mundo encendido y asombrado al ver como la banda subiría a una fanática al escenario, para que ella casi en shock cantara un pedacito de “Know your enemy”, sin duda un momento inolvidable, aunque, para los más expertos (y aguafiestas), parte del guion cotidiano de los comandados por Amstrong, por ahí se escuchó “pos, antes daban una guitarra”.



Siguieron temas emotivos e imperdibles como “Dilema” y “21 guns”, sencillos repetidos hasta el cansancio por las radiodifusoras de todo el mundo, que fueron cantadas y tarareadas por el público que pese a la extenuante jornada, sacaba energía quien sabe dónde para seguir en el ambiente festivo.  


Sin duda uno de los momentos más icónicos de la velada, fue cuando Billie Joe, vio de entre el público la bandera mexicana que se contorneaba entre un océano de brazos mientras tocaba “Minority” y solo atinó a decir “wait, gimme that”, para que, acto seguido recibir de la mano de un fan, nuestro lábaro patrio y colocárselo como capa, obviamente, esto causo el furor y la algarabía de todo el recinto.



“American idiot” comenzó a escucharse, otro de los tracks que catapultó a la fama mundial a Green Day se hacía sentir por todos los rincones del lugar, con todo y dedicatoria para el actual presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, “I'm not a part of a Donald Trump agenda” rezaba el fragmento modificado.



“Holiday” y “Boulevard of broken dreams” extendían el trayecto por canciones icónicas que se han convertido en clásicos modernos, conocidos por preadolescentes y señores con olor humedad.



La parte final de la presentación de Green Day hacía retornar un par de décadas en el pasado con “Are we waiting”, “St. Jimmy” o “Letterbomb”, como un preámbulo de un cierre épico.


Precisamente “Boulevard of broken dreams” y “Jesus of suburbia” harían que las lágrimas de cocodrilo se nos salieran a más de uno de los que fuimos testigo de uno de los actos más importantes del rock internacional, de una de las bandas que nos acompañó desde nuestra adolescencia hasta los tiempos en done nuestros cuerpos comienzan a dar signos de decrepitud.



Con los pies hinchados, magullados y con más de una ampolla reventada, nos mantuvimos firmes, aferrándonos con cada músculo y hueso a mantenernos erguidos para ver como Green Day se despedía aparentemente con “Bobby sox” y su respectivo encore acústico, cuando Billie Joe cantó acompañado de su guitarra “Good riddance (time of your life)” para correr el telón, dejándonos extasiados y exhaustos.


Las fuerzas nos faltaron para recorrer más en el primer día del Tecate Pal Norte 2025, en el tintero se nos quedaron Meme Del Real, Juanes, Victimas del Dr. Cerebro, Carlos Sadness, Tito Doble P, Gesaffelstein y un chingo más, que desafortunadamente no pudimos ver, pero que nos hubiera encantado, solo queda escuchar a los amigos que si pudieron presenciar sus presentaciones e intercambiar experiencias, es lo padre de este festival tan masivo, en el que hay de todos y para todos.


Sobrevivimos el primer día, supimos navegarnos entre corrientes de personas que chocaban entre sí, y en medida de lo posible, cumplir con éxito nuestro plan de cobertura, eso sí, los pies y esas malditas ampollas se convertirían en protagonistas de los siguientes días, aunque, como dice el comercial “esa es otra historia”


Gracias a Apodaca por permitirnos presenciar el rugido del monstruo marino en el corazón de la Sultana del Norte.







 





 
 
 

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