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De Leyendas y Demonios: Una Noche Brutal en el Neri Santos

Writer: Samuel DelgadoSamuel Delgado


La noche del domingo 23 de febrero, el Gimnasio Josué Neri Santos prometía un espectáculo brutal. Afuera, la fila de fanáticos de la lucha libre serpenteaba como un río de máscaras, chamarras de cuero y camisetas de Psycho Clown empapadas de sudor y emoción. Adentro, el ambiente era una caldera a punto de estallar: la mezcla de cerveza, el eco de trompetas y el rugido de la multitud creaban una sinfonía perfecta para la guerra sobre el cuadrilátero.



El evento era un homenaje a Blue Demon Jr., un titán de la lucha libre mexicana que ha dejado su huella en generaciones. Pero esto no era solo un tributo nostálgico, era una batalla por el honor, la violencia y la adrenalina pura.



La velada comenzó con un duelo entre Juárez y Chihuahua, una rivalidad que siempre enciende pasiones. Guerrero, Verdugo y Sin Fu se enfrentaron a Guerrero Escarlata, Latino y Black Skeller Jr. Una guerra de orgullo territorial donde cada golpe parecía una declaración de supremacía.



Las mujeres también dejaron su huella con la lucha femenil tóxicas. La Hiedra, Lady Flammer, Zafiro y Estrella Diabólica se enredaron en un combate donde las reglas parecían opcionales. Las rudas dominaron, pero las técnicas no se quedaron atrás, arrancando aplausos y vítores con cada movimiento bien ejecutado.



Entre gritos de “¡México! ¡México!”, se llevó a cabo un enfrentamiento internacional entre Laredo Kid, Dinámico y Kempo Jr. contra Takuma, Nobu San y Aéreo en una batalla de México contra Japón. Un choque de estilos que tuvo de todo: agilidad, técnica y una entrega absoluta que dejó al público con la boca abierta.



El Bull Terrier Match fue una carnicería sin límites. El Fiscal y Abismo Negro Jr. fueron encadenados del cuello, en un duelo donde escapar no era opción y el dolor era la única certeza. La arena se convirtió en un circo de sufrimiento cuando ambos gladiadores se arrastraban, jalando la cadena, buscando tocar las cuatro esquinas del ring. Sin embargo, con la ayuda del referee Kaztroso, Abismo Negro Jr. logró el objetivo y se llevó la victoria en medio de abucheos y coraje del público.



El caos continuó cuando Psycho Circus chocó contra los Rompe Madres. Psycho Clown, Murder Clown y Dave The Clown hicieron su entrada como un trío salido de una pesadilla. Enfrente, DMT Azul, Taurus y Silver Kat estaban listos para demostrar por qué no debían ser subestimados. La lucha fue un carnaval de golpes brutales, vuelos suicidas y un frenesí absoluto que hizo que la arena pareciera un manicomio a cielo cerrado.



Pero la noche no se trataba solo de violencia pura, sino de legado. Blue Demon Jr. y Blue Demon III subieron al ring para enfrentarse a Hijo del Solitario e Hijo de Flama Roja, en un duelo donde el pasado y el presente colisionaron con la fuerza de un tren sin frenos. El público vibró con cada llave, cada contraataque, cada golpe que resonaba como un cañonazo en la lona.



El cartel estaba cargado con combates de alto calibre. En la lucha estelar, Pagano, el hijo pródigo del caos, se enfrentó a Fresero Jr. y Pierroth Jr. por el Campeonato Indomable de Juárez. Pagano, el favorito local, emergió entre gritos y cánticos, con su cabello teñido de rojo como si fuera la encarnación misma de la demencia. La lucha fue un torbellino de sillas rotas, tablones hechos trizas y un ritmo tan frenético que incluso el referee parecía tener miedo de meterse entre los tres gladiadores. Al final, el juarense, con la frente bañada en sangre, levantó el cinturón en señal de victoria.



Cuando el último conteo de tres cayó y las luces se encendieron, el público supo que había sido testigo de algo legendario. La lucha libre en Juárez sigue viva, rugiendo, sangrando y gritando a todo pulmón. Salimos del Josué Neri Santos con los oídos zumbando, las emociones a flor de piel y la certeza de que noches como esta son las que forjan leyendas.


Gracias a Luchas Juárez por abrirnos las puertas.


📝📷: @samxdelgado



 
 
 

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