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Tetas Lazzer: una noche de amor y distorsión

Writer: Samuel DelgadoSamuel Delgado


El Anexo Centenario volvió a ser testigo del delirio. Una noche que arrancó motores con Glamorama, una banda juarense que llegó vestida para el escándalo. Zapatos de charol, lentejuelas, y un bajista con un kimono que más bien parecía una bola disco encendida. No, no es un chiste de gordos, no mal entiendan. Tintes blues y funk y solos de guitarra hacían retumbar las paredes del Anexo. Entre tragos y luces, un borracho con más entusiasmo que equilibrio gritaba "¡GLAMORAMA!" como si su vida dependiera de ello.



El ambiente se ablandó un poco con Os y la Os Band. Sonidos pop envueltos en secuencias que los hacían sonar como si vinieran de un escenario mucho más grande. "Se viene un momento romántico", anunciaron, y no faltó la parejita que se devoró mutuamente como si la madrugada no existiera. La invitada especial, Thea, se unió a la banda para interpretar "Éter", añadiendo una capa etérea al ya embriagador sonido de la noche.



El siguiente turno fue para ¿Qué nos pasó? Ahora sí, vimos el set completo. Arrancaron con "Letargo", parte de su EP "Ilógico", producido por Paco Morales de Tetas Lazzer. Luego, la melancolía se apoderó del recinto con su interpretación de "Desvelado" de Bobby Pulido, coreada con un fervor inesperado. Pero la sorpresa no paró ahí: también se aventaron una versión de "Playa Sola" de Los Invasores de Nuevo León.



Bienvenido seas a mi ciudad



Y entonces, el plato fuerte. Tetas Lazzer, después de una pausa, regresó a los escenarios. Ya los habíamos visto en la apertura de Hello Seahorse! semanas antes, pero ahora era su noche. "Interdimensional" arrancó y, como si de una hipnosis colectiva se tratara, el público dejó las sillas para apiñarse al frente del escenario. La banda sonaba afilada, como si nunca se hubieran detenido. "Cimientos" y "Ermitaño Perfecto" sacudieron al público, quienes ya flotaban entre alcohol y guitarras. "Tenía mucho que no la tocábamos en vivo", comentaron sobre esta última, y la nostalgia se sintió en cada acorde.



El frenesí continuó con "Candy Apple", "Memoria a Corto Plazo", "Anestesia" y "2,000 A.C.", canciones que hicieron cantar a los presentes. Y cuando parecía que la noche no podía sostener más emoción, "Último Vals" cerró con broche de oro una jornada de puro amor y devoción por la música. Público y banda, entrelazados en la euforia, porque en el Anexo, cuando la música arranca, la ciudad entera se sacude.



📝📷: @samxdelgado

 
 
 

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